A José Manuel Lara, presidente de Planeta, le parece que el precio puesto al Grupo Zeta para su venta es demasiado caro.
La oferta de Planeta, favorita durante algún tiempo para hacerse con el grupo de Antonio Asensio Mosbach, pierde fuelle.
La mayoría de los postores no entienden la estrategia de la dirección de Zeta y de Société Générale, el banco encargado de la operación.
Muchas ofertas parecen jugar al despiste o se presentan sólo para saber cuánto vale y qué tiene en realidad el grupo fundado por Antonio Asensio.
En los mentideros andan los rumores sobre el grupo de Alfonso Gallardo, siderúrgico con negocios de impresión, compra de papel y fotocomposición, que muchos creen una tapadera de Prisa.
Jaume Roures y Mediapro sacan cabeza con una de sus ofertas explosivas. El pedrigrí catalán no le falta y una combinación de El Periódico de Catalunya y Público, más quizá un medio andaluz como el diario Córdoba, podrían ser el embrión de ese grupo de prensa de izquierdas nacional que muchos han soñado y que nadie ha logrado por el momento.
Vocento mantiene una opción sobre algunos de los regionales y RBA parece confirmarse como alternativa para Ediciones B.
Pero todo sigue en el aire. La solución, entre febrero y marzo.
Lo que sí ya parece inapelable es la desmembración de Zeta por negocios y compradores.
Al soñado imperio de Asensio lo dejó tocado de muerte la televisión y la falta de televisión y nuevos medios lo hace poco atractivo. Un grupo basado en el negocio de papel que no ha conseguido afianzarse suficientemente en internet ni en los medios audiovisuales y sobre el que pesa una falta de integración entre divisiones y negocios nunca superada.